Seguro que muchos de vosotros habéis oído estos términos casi a diario (en anuncios de televisión o radio, farmácias, consulta médica, etc) pero quizás no todos sabéis exactamente qué significa y qué función desempeñan en nuestro organismo. ¡No os preocupéis, os lo vamos a explicar todo!
No obstante, antes de hablar propiamente de ellos, y para ponernos en situación, hablaremos de la microbiota intestinal.
¿QUE ÉS LA MICROBIOTA INTESTINAL?
La microbiota intestinal o flora bacteriana se refiere al conjunto de organismos (bacterias, hongos..) que residen en nuestro intestino. Para que os hagáis una idea, ¡hay más microorganismos en nuestro tracto digestivo que células en nuestro cuerpo!
El intestino es uno de los ejes principales de nuestra salud. ¿Sabíais que el 80% de nuestro sistema inmunitario se encuentra en la base de la mucosa intestinal? ¿Y que nuestra microbiota intestinal juega un papel importantísimo en la digestión, el metabolismo y la salud de nuestro tracto digestivo? De hecho, para algunos estudiosos puede llegar a ser considerada como un órgano adicional ya que su capacidad metabólica es casi equivalente a la de un órgano tan importante como el hígado.
Así pues, la microbiota es un hábitat dinámico que puede sufrir cambios constantes y rápidos por varios factores, por ejemplo, la edad, la dieta, el estilo de vida, la higiene o el uso de antibióticos, afectando a la composición microbiana.
La dieta es uno de los factores más influyentes cuando hablamos de modular la microbiota, y esto puede repercutir en nuestra salud en general. Por eso, hay que tener en cuenta la función prebiótica y probiótica de algunos alimentos que ingerimos en nuestro día a día y así contribuir a mantener un estado de salud óptimo.
PREBIÓTICOS
Los prebióticos son aquellos hidratos de carbono complejos que no se digieren en la parte alta del tubo digestivo y fermentan en la parte final gracias a las bacterias “buenas” que habitan el colon, estimulando, nutriendo y favoreciendo el crecimiento de nuestra microbiota.
Algunos alimentos ricos en prebióticos: cereales integrales, endivias, alcachofas, legumbres, cebollas, tomates, ajos…
PROBIÓTICOS
Los probióticos son aquellos microorganismos que llegan vivos al intestino en cantidades suficientes contribuyendo al equilibrio de la flora intestinal. Estos pueden encontrarse de manera natural en los alimentos, como es el caso de algunos fermentados. También pueden encontrase de manera sintética en suplementos o en alimentos enriquecidos.
¿Por qué tomar probióticos cuando nos recetan antibióticos? Los antibióticos pueden romper el equilibrio de nuestra flora intestinal, por lo que siempre será interesante reforzarla con probióticos naturales y/o sintéticos. Puedes incluir algunos alimentos como el yogur, keffir, chucrut o miso en tu dieta para beneficiarte de estas propiedades.
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE AMBOS?
En resumen, el probiótico aporta vida (bacterias viables) y el prebiótico asegura la supervivencia de estas (es como el alimento del probiótico). Teniendo en cuenta que la unión hace la fuerza ahora puede que os preguntéis si existe una mezcla de los dos…y tenemos la respuesta: ¡los simbióticos!
¿QUÉ SON LOS SIMBIÓTICOS?
Son aquellos alimentos funcionales (fortificados) que contienen a la vez prebióticos y probióticos con el objetivo de reestablecer y/o mantener una correcta salud intestinal. Logran una sinergia entre prebióticos y probióticos que resulta muy favorecedora para nuestro organismo pues fortalecen el sistema inmune. Un claro ejemplo del único alimento simbiótico natural es la leche materna.
En conclusión, cada vez somos más conscientes de cómo nuestros hábitos de vida y alimenticios pueden afectar a nuestra salud, por lo que es importante introducir pequeños cambios para mantener un equilibrio saludable.
Como dijo Hipócrates, “sea el alimento tu medicina, y la medicina tu alimento”